Empleo decente y protección social

 

Combatiendo las desigualdades desde los Derechos Humanos.

Uno de los peligros más relevantes para la cohesión social, la estabilidad y la democracia es la creciente desigualdad, la cual tiene sus raíces en diversos elementos que se han establecido dentro del sistema político, económico y social.

En el sector productivo y específicamente hablando de la disponibilidad de empleo decente, pueden identificarse como factores que ponen en riesgo a la población el fomento de trabajos temporales, contratos informales y el consiguiente debilitamiento de los sistemas de protección social. La desigualdad económica puede devenir en disminución en el acceso a servicios de salud y educación de calidad, entre el debilitamiento de otros derechos sociales.

“La Agenda 2030 insta a todos los Estados a reducir progresivamente la desigualdad de ingresos para 2030, mediante la adopción de políticas fiscales, salariales y de protección social y una mejor regulación de las instituciones y los mercados financieros mundiales. También reconoce que el crecimiento económico centrado en el empleo decente tiene un efecto positivo, tanto en la economía como en las personas, e impulsa el desarrollo sostenible.”

Aunque en Panamá se ha sostenido el crecimiento económico en los años recientes y es uno de los países con mayor reducción de la pobreza en la región (del 38.3% al 22.1% entre el 2006 y el 2016), el desempleo ha aumentado en la última década del 5.3% al 6%, afectando principalmente a los jóvenes entre los 20 y los 24 años. Por ello se hace indispensable innovar en políticas públicas y acciones para garantizar empleo decente y protección social a toda la población y especialmente a quienes están ingresando o por integrarse al sistema laboral.

Esto es parte de lo que fue discutido en el foro Combatiendo las Desigualdades desde los Derechos Humanos: Empleo Decente y Protección Social, promovido por la Fundación PGES en conjunto con la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), la Fundación Konrad Adenauer (KAS), la Universidad Santa María la Antigüa (USMA) y la Universdidad Católica Andrés Bello (UCAB).